La historia de los logotipos esta llena de misteriosos azares del destino, en el cual un diseñador pudo tardar horas en crearlos o inclusive minutos.
Uno de los logos más memorables es sin duda el de las cafeterías Starbucks, que debe su nombre al personaje de Moby Dick llamado con dicho nombre, cuyo fanatismo iba orientado hacia el beber café. Nos encontramos con los bocetos de la creación de dicho logo, algo maravilloso que compartió Art Chantry en su facebook y acá se los mostramos.
Crear un logo muchas veces depende de la intervención de varias personas, en ocasiones puede resultar bajo la influencia del dueño del negocio u compañía, en unas de un diseñador freelance, y en otras el resultado de todo un equipo de diseño de una agencia. La creación de un logo es a veces similar al descifrar el mapa de un barco pirata, hay imágenes que producen toda clase de sensaciones, desde enigma, hasta desconcierto o igualmente una alta dosis de humor, como en el caso de la sirena, tan reconocida a nivel mundial.
«Una de las cosas que caracteriza a muchos de los buenos diseñadores es el mantener un diario, del proceso de diseño de cada trabajo. Es una gran herramienta de referencia, que permite recordar en que estabas pensando al momento de la creación. ¿Cuales exactamente fueron tus prioridades y criterio?. Un diario puede grabar esto».
Estas son fotos del gran diseñador maestro Doug Fast, el proceso de diseño cuando él fue contratado por Terry Heckler y Asociados (quienes crearon el logo de Starbuck’s originalmente), para rediseñar el viejo (original) logo. Comparando los bocetos, se puede ver que el viejo (café) logo con el membrete en la foto número 1 (sentada de lado desafortunadamente). La vieja historia es que la gente empezó a hacer bromas sobre «la toma de la entrepierna» de la sirena, en el logo original, así que la idea fue bajar el tono de los aspectos sexuales de la imagen, algo absurdo pero cierto»
¿Qué lleva a un diseñador a crear un logo?, ésta es una pregunta con una respuesta muy extensa. Primeramente el conocer la compañía y el producto que necesita el logo, luego un doodle o garabato, o incluso la lectura de algún relato, u artículo, puede culminar en la mente del diseñador en la elaboración de un logo; una caminata al aire libre también podría ayudar, además de seguir los protocolos adecuados para generar un diseño, sin excluir el punto más importante: la práctica y la prolongación de los bocetos, es decir, no realizar un único dibujo, sino muchos, con el fin de encontrar el cenit de armonía, algo muy cercano a la perfección.
Llega un momento que tras unos minutos de deliberación y visualización del logo, el diseñador sabe cuál es el correcto y por ende el definitivo, este proceso muchas veces se adquiere o se hace más rápido con el paso de los años y de la experiencia, no obstante el diseñador nunca sabe que nuevo reto se le puede presentar eventualmente.
«Las siguientes páginas de la colección de bocetos y permutaciones del logo, que fue como mirar a través de la mente de Doug (a través de sus manos), antes del final. Es grandiosa esta documentación y la colección de extrema sutileza y cuidadosas representaciones hasta llegar al «perfecto» balance y armonía en el diseño. Hay una razón por la que este logo es clásico y ampliamente imitado. Es porque esta jodidamente cerca de ser perfecto(duh). Es un maravilloso ejemplo de porque la mano es más poderosa que la espada. El pensamiento de Doug se transfiere directamente hacia su mano y hacia su trabajo, al punto que estas imágenes son sus pensamientos, no hay un punto de fusión abstracto entre el pensamiento y el producto, como sucede con el teclado, el programa y la pantalla»
Comunicado Facebook de Art Chantry.
El diseñador al igual que el artista u otro exponente gráfico, nunca debe dejar de lado su cuaderno de dibujos, o incluso el utilizar hojas blancas, una actitud bastante pueril, pero a que a su vez es una conexión de la mente con el lienzo o espacio en blanco, que da rienda suelta a transcribir los pensamientos, casi como una terapia mental.
Si bien las computadoras dotan al diseño de tiempo, espacio y economía, al no tener que invertir en materiales plásticos, tales como pinturas, lápices de colores u otros medios tangibles, estas a su vez restan al diseñador el poder exteriorizar todas sus ideas en el papel, el jugar con el lápiz al realizar variedad de garabatos, que nunca se sabe si alguno podría ser parte de la excelencia en materia de logos.
«El realizar bocetos es un proceso que está casi totalmente eliminado por los programas de computadora de hoy en día. Yo rara vez lo veo, es sutil y cuidadoso – incluso meticuloso -, la mano de obra que se hace en una computadora de diseño. Y quiero recalcar que quizás es por esto que el diseño de hoy (y el diseño de logos particularmente), ya no se ve o se siente muy intelectual o creativamente mediocre.
Los logos de ahora apestan, para ser honesto, el diseñador gráfico se ha vuelto insípido. Todos se autodescriben como «diseñadores gráficos», especialmente si usa la computadora en sus diseños de trabajo. Necesitas retarte en un proceso más manual e intelectual. Juguetear alrededor de la pantalla hasta conseguir algo «que parezca bueno» no es suficiente. Tenemos una generación entera realmente plana y sin inspiración en diseños de logo, para enfatizar en mi punto»
Comunicado Facebook de Art Chantry.
«Gracias por compartir esto conmigo, Doug. Porque Doug Fast no es famoso, esta más allá. Una vez ví un artículo en la revista Rolling Stone, de algunas décadas atrás, sobre la lista de Milton Glaser de los 10 logos más famosos de América y porque lo eran. Él tenia un estudio enciclopédico de cada uno de los logos elegidos, casi del mismo tamaño del zapato de sus creadores. Pero cuando llego al logo de Starbucks, se quedo en blanco. Lleno algunos párrafos con información general y así lo dejó. Esto se debe a que ocurrió fuera de Seattle, donde no hay cultura de diseño, ¿estoy en lo correcto?.»
Comunicado Facebook de Art Chantry.
La tecnología nos beneficia porque hace todo más rápido, pero también debemos preguntarnos que tanto esto beneficia a nuestras habilidades, que desarrollamos muchas veces de forma tradicional, tomando una hoja haciendo círculos, rayas; cuando aprendimos a escribir, no lo hicimos en una computadora, la maestra nos enseño como debíamos trazar las letras para luego poder crear palabras con ellas. De ahí que un diseñador nunca debe olvidar sus raíces, no dejar que la tecnología lo absorba, más bien aprovechar la tecnología como una herramienta más de trabajo, que no siempre es indispensable para el proceso creativo.
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