Daniel Freytag y Greig Anderson, mejor conocidos como el equipo Freytag Anderson, desarrollan una idea para la marca IKEA. Este concepto le da un aspecto modular al poco dinámico logo(el cual no ha cambiado demasiado desde 1967), otorgándole un formato de bloques. De esta manera se vuelve más dinámico al asemejar a los muebles de la compañía.
Se mantienen los colores originales de la marca, ya que son los de la bandera de Suecia, además de la fuente tipográfica, la cual siempre ha sido legible, solo fue refinada un poco. Lo que destaca de esta propuesta, es la capacidad del logo de separarse y volverse a unir sin ningún problema, jugando como si fueran cubos.
«Cuando la gente piensa en IKEA, es inevitable no pensar en cajas planas y enormes edificios azules.»
Greig Anderson.
Este proyecto genera un enlace bastante importante, entre la marca y sus productos, además de originalidad ya que este tipo de transformaciones que sufre el logo, no funcionaria para cualquier empresa, lo cual le otorga mucha personalidad a la compañía.