Mientras nosotros nos preocupamos por problemas que a la larga parecen pequeños, 89 países aún sufren el problema de un enemigo invisible: «las minas de guerra» que cientos de personas pisan cada mes, con esto no quiero justificar que nuestros problemas no sean graves, recuerdo una vez que hablaba con una amiga de Serbia y le comenté que en Costa Rica no se puede caminar en San José en la madrugada por el alto grado de delincuencia, incluso le dije que a cualquier horas es peligroso, al final ella quedó estupefacta dado que es algo que no sucede en la capital de Belgrado (al menos esas fueron sus palabras), en fin cada país carga con sus dificultades unas más que otras según sea el espejo por donde se observen.
Esta genial campaña consiste en un pequeño sobre de salsa de tomate, que simula la destrucción en los pies de un niño que puede hacer una mina, el mensaje es bastante fuerte y lo que parece ser un simple sobre cuando mirás el resultado finalmente nos desnuda la crueldad de esta humanidad. La idea fue creada por Publicis Mojo para apoyar la campaña CALM (Nueva Zelanda, Campaña contra las Minas Terrestres). Abra la salsa de tomate y descubra el dramático escenario producto de las minas terrestres. Definitivamente impresionante.
Empresa: CALMA
Agencia: Publicis Mojo
País: Nueva Zelanda Nueva Zelanda