La NASA (National Aeronautics and Space Administration) se caracterizó por tener, hace años, una identidad simple, que logró expresar diversas cualidades como unidad, precisión técnica, capacidad científica y singularidad, y que a menudo se han referido a este logo como «el gusano» (esto por sus líneas continuas en las letras).
En 1974 fue introducido este diseño por primera vez por los socios, Richard Danne y Bruce Blackburn de Danne & Blackburn, y hoy podemos disfrutar de su manual de marca, que nos muestra los detalles, de una gran identidad para un proyecto tan ambicioso, como lo es la carrera espacial. Reducido a su forma más simple, aún hoy es un logo muy reconocido a nivel mundial, aunque ya no se encuentra en vigencia actualmente.
El primer logo utilizado fue el «meatball» o «albóndiga», un apodo curioso que le pusieron a ese circulo azul rodeado de estrellas, una flecha de color rojo vibrante y el recorrido del vuelo de un cohete. Luego de 15 años, era el momento de un cambio radical, dando como resultado un diseño futurista y adelantado a su época.
El equipo de diseño de Danne & Blackburn, pasó la siguiente década creando y ajustando lo que se convertiría en el Manual Gráfico de la NASA, una guía definitiva para emplear el nuevo sistema gráfico.
El Manual continuó evolucionando durante la próxima década. Al final alcanzaría aproximadamente las 90 páginas y cubrió todos los aspectos de la NASA: vehículos, todas las aeronaves, el transbordador espacial, uniformes, papelería de oficina, posters, publicaciones publicitarias, vehículos espaciales, y marcas para los satélites.
Hoy le damos un vistazo a este completo manual, que se cuela en la internet y nos recuerda lo genial que fue la creación de esta marca. NASA cambió de nuevo a la «albóndiga» en 1992, casi 20 años después de la introducción del diseño modernista. Tal vez es hora de otra vuelta a la imagen futurista ¿no les parece?.
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